Thursday, September 29, 2005

Eclipse

"El lunes día 3 hay un ecplise solar que podrá ser visible de manera anular en una parte del territorio peninsular"

Nunca os habéis fijado que siempre que acontece algo así dicen que "será único en xxx años", haciéndonos pensar que somos privilegiados al poder observarlo. Pues en parte es cierto, en parte no. Eclipses solares hay cada cierto tiempo breve, lo que pasa es que no siempre son visibles en nuestro territorio. En cualquier caso, cómo ya mucho habréis leído sobre este ecplipse... voy a centrar el texto en otro aspecto.

Todos sabemos que las fases lunares afectan a la personalidad y estado de ánimo de las personas. Desde tiempos inmemoriales se ha asociado el plenilunio con actos de perversidad, o de locura... la luna roja siempre ha sido un fenómeno de mal augurio, las mujeres comparten la duración de su ciclo con la de las fases lunares... etc etc...
Si bien se ha corroborado la relación de los astros sobre la conducta humana poco o nada se sabe acerca de su funcionamiento.

Durante un eclipse, los animales se trastornan, los pájaros se desorientan, las plantas cambian bruscamente su ciclo fotosintético... y nosotros, ¿qué nos pasa a nosotros?



El lunes postearé al respecto, con nuevos datos :)

Sabíais que:

- El ciclo lunar es de 19 años, transcurridos los cuales los novilunios y demás fases lunares vuelven a suceder en los mismos días del año y con una diferencia de hora y media aproximadamente.

Todo en la vida es cíclico.

Tuesday, September 27, 2005

El sueño

Hay muchas teorías sobre los sueños, aunque cabe decir que se ha investigado bien poco científicamente hablando sobre él. Desde psicólogos hasta filósofos han dicho su parecer al respecto.

Desde el punto de vista de la psicología el sueño es una parte importante para comprender un ser humano, durante él se muestran las frustraciones que normalmente nuestra consciencia esconde para protegernos, es pues, el subconsciente el motor que hace brotar todas aquellas imágenes y sensaciones.

Distingamos pues, dos motores en nuestro cerebro: el consciente y el subconsciente. Se podría hacer un símil con los ordenadores, algunos tienen más de un procesador y la faena se distribuye para ambos, por igual.

Mientras soñamos, el consciente trabaja en segundo plano, ordenando, clasificando, almacenando toda la información en la red neuronal de nuestro cerebro. Es una tarea dura y pesada, que seguramente debe de llevar al consciente a su máximo rendimiento. Seguramente si no estuviésemos soñando durante este proceso la sensación sería la de quedarnos en blanco, sin poder articular palabra o pensamiento alguno, una especie de letargo terminado el cual seguro que sería traumático volver a la consciencia. Creo yo, que esta es la necesidad de soñar, mantenernos distraídos mientras la faena se hace. Es importante descansar bien durante las horas que sean necesarias, pensemos por un momento las veces que al dormir poco nos hemos despertado con dolor de cabeza... y es que interrumpir el proceso del consciente no debe de ser nada bueno.

Por cierto, volviendo al símil de los procesadores, ningún procesador puede permanecer tiempo sin hacer nada, siempre, como mínimo está ejecutando alguna tarea. Por eso en todos los sistemas operativos la tarea que más ocupa el procesador es la nula (en la que no se hace nada). De igual manera sucede con nuestro cerebro, dejarlo parado equivaldría a un coma, y ya conocemos que sucede cuando uno está en coma... secuelas irreversibles.

¿Qué decir del subconsciente?, está claro el papel que juega mientras soñamos, es el de reproducir el sueño en nuestro interior. Pero... ¿qué hace durante el día?, nada o poco se sabe. Yo intuyo que debe de hacer otro tipo de “faena”, parecida a la del consciente durante el sueño... pero de otro estilo, me decanto por que su tarea sea la de gestionar nuestros impulsos, instinto y... quién sabe qué más cosas. Está claro que es durante el sueño cuando nos damos cuenta de su presencia, de varias maneras.

El sueño corriente es aquel en el que el subconsciente domina la situación, reproduce el sueño que cree conveniente y no nos deja “tocar” nada. Desde pesadillas hasta el sueño más dulce, estamos en manos de un director de cine único para cada uno de nosotros. Hay otros tipos de sueños, pero voy a destacar uno, que últimamente ha vuelto a mí como un ladrón en la noche.

El sueño lúcido, o aquel en el que nos damos cuenta que estamos soñando, es decir, activamos el consciente mientras el subconsciente sigue mostrando la película. La mayoría de veces esto sucede justo antes de despertarse, y es normal, ya que es cuando el consciente se tiene que activar y pasar a primer plano. Segundos antes de que el subconsciente se desactive para pasar a segundo plano, el consciente se activa, puedo intuir que esta es la manera menos traumática para “cambiar” de motor y que por eso se hace así. Otras veces, la activación del consciente se produce mucho antes de despertarse y es cuando los sueños... cobran otro matiz.

Imaginaos dentro de una película siendo los directores, imaginaos poder cambiar el universo a vuestro antojo, imaginaos la sensación de control total, es sencillamente sublime. Creo que durante toda mi vida los he tenido con regularidad, aunque aún no he conseguido dominar la técnica para “despertarme” dentro del sueño, es complicado pero se puede hacer de manera automática, aunque si esta no os funciona o queréis probar el método básico... basta con dejar pistas.





Si estamos en un sueño corriente y queremos pasar al sueño lúcido tenemos que fijarnos en detalles que nos hagan pensar y darnos cuenta de que lo que nos rodea es un sueño. Una de las cosas más útiles para esto es la escritura. Si durante un sueño vemos algún papel escrito o cualquier otra cosa que tenga caracteres podremos ver que estos no son como en la realidad, en los sueños los caracteres aparecen deformados... los números y las letras no se pueden leer. Pista: Antes de ir a dormir escribid algo y dejadlo en un lugar visible, si vuestra habitación aparece en el sueño lo veréis y así podréis fijaros en si se leen los caracteres o no.

El reloj también es un buen sistema, en los sueños los relojes no actúan como en la realidad, es decir, las agujas del reloj no se mueven en el sentido horario todo el rato, se producen cambios, saltos, incluso se mueven al revés. Pista: Colocad un reloj a vuestro alcance antes de ir a dormir. El espejo, si movemos una mano delante del espejo, notareis como esta “ondula”, y si conseguimos estar lúcidos y vemos un espejo... podemos “entrar” y ver el otro lado. Las luces, los interruptores no funcionan como en la realidad, encender no siempre enciende y apagar rara vez apaga.

Realmente, en un sueño pocas cosas funcionan como en la realidad, basta con fijarse detenidamente en los pequeños detalles y la frase vendrá sola “Esto tiene que ser un sueño”. Zas! Primer paso hacia la lucidez!, seguid así y conseguiréis un dominio total del sueño. No se hasta que punto es bueno controlar un sueño, pero se lo pasa uno de bien... Y lo que es mejor, estos sueños se recuerdan a la perfección una vez nos despertamos de verdad, puesto que el consciente sí es capaz de almacenar información.

Para algunas personas es corriente tener sueños de este calibre, sin necesidad de pista alguna o técnica, se que, como a mí, le sucede a más gente. Según he averiguado, a estas personas la lucidez les afecta de dos maneras:

Una en la que el dominio sobre el sueño es total, es la más corriente.

Y la que uno se despierta en el sueño pero no puede cambiar el curso de los acontecimientos.

Es en esta última dónde se producen lo que se conoce como premoniciones. Una premonición no es más que una imagen, que al soñarla se nos presenta extraña, imposible, pero que luego la volvemos a encontrar tiempo después en el mundo real. A mí me ha pasado infinidad de veces, no bromeo. La mayoría de veces son tonterías, cosas como soñar (sabiendo que estás soñando) que conoces una persona y hablas con ella de pollo frito, despertarte al cabo de un rato pensando que menuda tontería acabas de soñar. Pasar una semana, un mes, un año... y tener un dejà vú. Zas! De golpe la imagen vuelve, idéntica, la misma conversación que sabes que va a ir sobre el pollo frito, te quedas pasmado. Podría comentaros aquí como muchas veces he soñado con personas que no conocía y conocerlas después, como he visto en un sueño amigos, conocidos, tener problemas y después tenerlos en realidad, y cosas así. Suerte que, como he dicho, la mayoría de las veces son tonterías, miedo me daría el tener alguna premonición nefasta. Anticiparse a cosas así es bastante complejo, muchas veces imposible, ya que después de soñar uno no sabe si eso va a suceder o no, y en el caso de que se crea que puede suceder, no se sabe cuando va a hacerlo.

En fin, al menos, siempre se despierta uno... de la misma manera: la oscuridad inicial, el conocimiento de la existencia de uno mismo, el primer pensamiento que resuena como un eco en nuestra cabeza y... el despertar. Bueno, no siempre. ¿Alguna vez os habéis despertado “mentalmente” y vuestro cuerpo no reaccionaba? Queréis abrir los ojos y no podéis, los miembros no responden. Es la peor angustia de todas... el estar vivo y muerto a la vez. ¿Será así la muerte?